por la Dra. Yuriem Echevarría Cabrera - Directora General de SAGAI

La OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual), en simples palabras podríamos definirla como la ONU de la Propiedad Intelectual. Es el lugar donde los estados divididos en bloques o grupos de países definen, de acuerdo con sus realidades, el futuro de la Propiedad Intelectual. Como resultado de estos acuerdos podemos mencionar al Tratado de Beijing sobre interpretaciones y ejecuciones audiovisuales.

Esta organización no excluye a la sociedad civil, sino todo lo contrario: permite que las instituciones y organismos interesados en estos temas, participen y se manifiesten con el objetivo de hacer valer los derechos que gestionan y defienden.

SAGAI hace dos años que fue admitida como observadora del Comité Permanente de Derechos de Autor y Derechos Conexos y de la Asamblea General de la OMPI. En esta ocasión fue la primera vez que la entidad participó de forma presencial de las sesiones del Comité Permanente (SCCR).

Si bien el SCCR tiene una agenda definida, tanto los estados como los organismos observadores, solicitaron su actualización. Fue recomendado el análisis y discusión de temas como la Inteligencia Artificial.

Para SAGAI constituye un logro fundamental haber tenido la posibilidad de participar en este Comité, ser parte activa de las discusiones que tienen como centro a la Propiedad Intelectual y sus desafíos actuales. Además, el hecho de que nuestra delegación haya sido recibida por la Sra. Sylvie Forbin, directora general Adjunta de Derechos de Autor y Derechos y su Coordinadora General, la Sra. Geidy Lung, nos llena de orgullo y responsabilidad, ya que, como fruto de este encuentro SAGAI y la OMPI podrán realizar acciones conjuntas en beneficio de nuestro colectivo.

Uno de los objetivos de SAGAI en estos años ha sido su inserción en el mundo y, como resultado de este trabajo, solicitamos ser admitidos en SCAPR (Societies’ Council for the Collective Management of Performers’ Rights ), cuyo proceso se encuentra en curso. También hemos incrementado firmas de contratos de representación recíproca con entidades hermanas. Por último, nos quedaba ocupar físicamente nuestra silla en la OMPI y lo logramos. Estos eventos nos reafirman que estamos en el camino correcto. Ante la compleja evolución de los desarrollos tecnológicos, en especial de las plataformas de streaming y la inteligencia artificial generativa, no queda otra senda que la unidad global en la protección de los derechos de Propiedad Intelectual de sus legítimos titulares.